La introducción de la PDI en el aula nos debe servir para romper con la clase magistral tradicional y pensar en las posibilidades tan abiertas que ofrece, que permite la participación, no solo durante la clase, sino con otros grupos, y en otros momentos. Aunque pueda utilizarse como una pizarra tradicional debemos pensar en las posibilidades de interactividad que presenta y la salida al mundo que nos ofrece. Lejos de realizar unas presentaciones llenas de animaciones y colores llamativos debemos siempre pensar en los contenidos educativos de cada una de las páginas, que permitan que el alumno/a, verdadero protagonista del aprendizaje, pueda interactuar y realizar las diferentes actividades propuestas.
Aunque a través de una PDI podemos utilizar cualquier programa instalado en nuestro ordenador, hemos de reconocer que no todos estos programas aprovechan su potencial o puede que estén más indicados para un uso individual por parte del alumno/a que para una actividad grupal. A la hora de afrontar una formación que tenga por objeto el uso de las Tecnologías de la Comunicación y la Información (TIC), lo primero que deberíamos hacer sería recordar, aunque fuera adaptada, aquella reflexión de Ortega y Gasset; siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñas.
Tal vez debería quedar de la siguiente forma: duda de todo aquello que aprendas sobre tecnología en el aula, en un primer momento; reflexiona a posteriori y luego aplícala a tu contexto.
Han sido muchos los cambios y la evolución que se ha producido en las aulas en un cortísimo espacio de tiempo. Ni tan siquiera podemos remontarnos a la anécdota de Papert, cuando nos hablaba de aquel maestro y cirujano que en el siglo XIX fueron congelados y devueltos a su realidad, pasado el siglo XX, con la lógica desorientación producida en uno (el médico evidentemente) y que no tenía igual repercusión en el otro (hoy sí se produciría esta confusión en algunas aulas). Por lo tanto ya ni las historias que hace dos días contábamos tendrían vigencia en muchos contextos, debido al rápido cambio que se produce. De un día para otro las pizarras tradicionales desaparecen, el aspecto de un aula cambia en un giro de 180º y el docente no puede permanecer estático ante estas situaciones. Pizarras Digitales Interactivas, redes WIFI, Internet, ordenadores portátiles, sistemas de votación… hay que conocerlos, tenemos que estar actualizados y lo más importante, tenemos la obligación de saber aplicarlos en nuestro trabajo diario.
Foto @BelenRoDo